miércoles, 26 de diciembre de 2007

Brisa de una noche mágica

Los aros naranjas que combinaban con el velo y el caderín que me prestó la profesora se me rompieron apenas los saqué de la cajita en la que los llevé. Así que salí sin aros. Justo en esa coreografía en la que bailaba adelante.
En otra coreografía a mí me tocó atrás. Pero yo entendía que tenía que poner cara de ritual, como pensando en cosas tortuosas, en venganzas musulmanas, y después me preguntaron porque estaba tan seria, o que ponía cara de tango.
En tango pensé cuando vi que la combinación de color que casi todas mis compañeras habían elegido era rojo y negro. Pero el tango es extranjero. Cada vez estoy más convencida de que hoy autóctono, es el árabe.

3 comentarios:

la enmascarada dijo...

Pero qué linda! Toda una diosa oriental...
Contá si te pusieron algún billete en el caderín!!!

ZChatarra dijo...

es por mi bisabuelo turco!
No, che, parece que lo de pasar por las mesas es de "odalisca" libertina, es otro target. Nosotras somos "bailarinas", já

nv dijo...

eli! qué lindura, me dan ganas y ganas nomás de "volver" a árabe y la verdad que debés tener razón con lo de este baile neoautóctono porq todas las nenas que conozco se entrena desde muy niñinas en la danza del vientre, este fin de año , me pasé viendo fotos de presentaciones varias.
ah y yo también tengo sangre turca, a lucecita en cualquier momento le cuelgo el caderín y los velos